Un día sin luz.
El Martes por la madrugada hubo una tormenta de lluvia super fuerte con unos mega truenos que daban miedo. Exactamente a las 3:30 me despertó un trueno fuertísimo y la verdad pensé que había caído en la casa. Al despertarme grite, Carlitos… ya que el duerme en su cuarto y desperté a Carlos. El literalmente pego un brinco en la cama para correr por Carlitos. Después de eso nos dormimos los cuatro en la cama. Por la mañana me di cuenta que Carlos se había raspado toda la pierna con la cuna de mateo cuando salto, pobre, y así se quedo dormido por el resto de la noche. Cuando nos amaneció nos dimos cuenta que aun no había regresado la luz. ah y que para colmo Carlos no podía trabajar de la casa ya que por consecuente tampoco había Internet. En fin, hoy fue un dia de esos, en lo cuales tenia que hacer un alto en mi vida para asi agradecer por todo lo que tengo y “ I take it for granted.” Es de esos días en los que realmente valoras el poder tener luz en tu casa, en los que realmente te das cuenta de cuanto estas acostumbrado a tus comodidades.
Y empezamos hoy con lo que no podíamos hacer: no licuados, ni smoothies en la mañana, no baño (por que no había Boyler- agua caliente). No podía cocinar, por que aunque mi estufa es de gas, se conecta a la luz también, mi celular estaba medio descargado y no lo podía cargar, y así sigue la lista. Al principio me sentía súper impotente, pero gracias a mi vecina y mi amiga fany, que nos invito al almorzar y ya después de la platicada como que me empecé a sentir un poco mas tranquila.
En concusión, hoy fue un dia mas para encontrar motivos para agradecer, y que aunque vivamos en un mundo rodeados de comodidades no las tomemos por “es lo normal” y apreciemos cada dia un baño caliente, una sopa recién hecha, una ropa limpia, una casa calientita, pero sobre todo un esposo y unos hijos con salud y unos vecinos que te echan la mano cuando lo mas lo necesitas.
Feliz miércoles;
Mariel